No podemos negar que aunque movía la cola a cada caricia y sabía que todos en la Prote lo amamos, en el fondo de su corazoncito perruno sentía la tristeza del abandono... pero eso ahora será historia vieja. Ahora Roberto y Lidia son sus nuevos papis y no cualquieras, son unos papis que ya nos dijeron que lo que se necesita es "paciencia, paciencia y muuuuuuucho amor!" y sí, esa es la clave!!
Así que por fin Martincito encontró su destino! El petiso entró tímido a su nuevo hogar, lo recorrió de punta a punta y sin que nadie le dijera se ubicó plácidamente en su colchoncito recién comprado (al lado de sus nuevos juguetes) Parece que el petiso lo olfateó, ese era su nuevo hogar!!!!
Gracias Lidia y Roberto por adoptar a nuestro amado Martincito!
Gracias por darle una historia feliz a este petiso!
Son siempre bienvenidos en la Prote!!