Kulula se fue a Almagro, ahora se llama Moka y Ludmila, su nueva dueña, nos cuenta que la muy mimosa casi no la deja dormir porque está todo el tiempo molestando y queriendo jugar!
Pili es ahora también vecina del mismo barrio y parece que no para de saltar en el jardín de su nueva casa. El nuevo hermano perruno aprendió a tenerle paciencia y la pequeña Pili también aprendió trucos como por ejemplo ir a buscar su correa cuando van a ir a dar una vueltita a la manzana!
Vení a conocer a nuestros perritos!
La próxima historia feliz puede ser la tuya!!